Conceptos y prácticas de lectura y escritura en la primera infancia
El Programa de Capacidades LAC Reads de USAID te presenta el informe final de la consultoría “Desarrollar habilidades de prelectura y preescritura en la educación de la primera infancia”, por Claudia Soto y Loli Estrada.
Conceptos generales sobre la lectura y escritura en la primera infancia
- Concebimos la lectura y la escritura como prácticas sociales centradas en la construcción y producción de significados, con la participación del lector – escritor, en este caso el bebé o niño pequeño, como persona activa en estos procesos, y en interacción permanente con su contexto (Bello y Holzwarth, 2008; Ferreiro, 1983; Kauffman, 2006; Kalman, 2008; Kauffman y Lerner, 2015). Leer es comprender.
- La alfabetización, como medio de apropiación de la cultura, es un derecho, y “representa un continuo de aprendizaje que le permite al individuo cumplir sus metas, desarrollar su potencial y conocimientos y participar activamente en actividades comunitarias y sociales” (UNESCO, 2004). Se erige como condición básica para la construcción de la democracia.
- La educación comienza desde el nacimiento (Naciones Unidas, 2005), de manera que la alfabetización es una tarea que ha de comenzar oportunamente desde el momento en que el niño y la niña inician sus primeras interacciones afectivas – sociales – comunicativas con el adulto.
- Si la educación comienza desde el nacimiento, los niños pequeños tienen derecho al acceso a todo tipo de cultura escrita, musical y artística (local y universal). En la base de su alfabetización se encuentra un buen desarrollo del lenguaje gestual y oral (Browne, 1966; Dickinson y Tabors, 1991 y Rhyner, 2009), así como ambientes alfabetizadores con significado para ellas y ellos (adecuados a sus intereses, vinculados a su vida, acorde a su desarrollo).
- Toda acción alfabetizadora con los niños y niñas pequeños ha de incluir ricas interacciones afectivas, sociales y lúdicas con pares y adultos (Dickinson y Porche, 2011). Desde el inicio, la lectura debe cobrar una dimensión placentera y ser motivadora para la adquisición de conocimientos (los que posteriormente tendrán un carácter abstracto y requerirán por tanto el desarrollo intrínseco de la motivación), por lo que es necesario que las actividades tengan sentido para ellas y ellos. El juego es central en el desarrollo cognitivo y del lenguaje.
- La escuela, la familia y la comunidad han de ser promotores de niñas y niños lectores y escritores. Las instituciones estatales y comunitarias requieren unir esfuerzos para desarrollar acciones en estos tres ámbitos, tanto a nivel formal como informal. La importancia de ambientes alfabetizadores desde el núcleo familiar obliga a que la escuela establezca acciones altamente coordinadas con las familias.
- La formación docente debe incluir el componente de alfabetización para la primera infancia con la especificidad necesaria para que la enseñanza sea eficaz en esta primera etapa de vida.
En el documento se presentan ideas básicas que sustentan algunas actividades sugeridas para las familias y los centros educativos.
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Conceptos y prácticas de lectura y escritura en la primera infancia.