¿Nuevo gobierno? ¡Una esperanza para la educación!
Ayer, después de un largo día de trabajo con docentes y directores, llegué a mi casa. Quería tomarme un café, pero no pude. La preocupación inundaba mi mente, porque esa mañana había visitado una escuela lejana en el área rural.
Allí me encontré con la profesora María Gómez, una mujer valiente que lleva más de 8 años como maestra unitaria. Ella atiende a todos los grados de la escuela, desde preprimaria hasta sexto grado. Tiene 38 estudiantes.
Le pregunté por qué no había solicitado a otro docente para que trabajara con ella, y me respondió que los reglamentos no se lo permiten por la cantidad de estudiantes de la escuela. Además, agregó, el gobierno no prioriza las convocatorias para la contratación de nuevos docentes, porque “no tiene presupuesto para educación”. A pesar de esto, María ha servido durante todos estos años a los niños con su mayor esfuerzo.
Continué preguntándole, ¿cuál es su mayor reto como maestra unitaria? Ella, muy preocupada, respondió que su mayor reto es que los estudiantes de primer grado aprendan a leer y escribir. Ella sabe que la lectoescritura es un componente fundamental en la vida del ser humano, y que si un niño adquiere estas competencias los demás aprendizajes serán más fáciles. Pero de alguna manera, este proceso se le dificulta a María, por ser maestra unitaria, por no contar con una valija didáctica que responda a la compra de suficientes materiales para trabajar con todos los grados y secciones.
Este es el motivo de mi preocupación, y me quedé reflexionando sobre ¿cómo es posible que en Guatemala, en pleno siglo XXI, todavía existan escuelas unitarias? ¿Cómo es posible que los gobiernos no prioricen la educación? ¿Cómo es posible que exijan calidad educativa, con tantas escuelas en condiciones similares a la de la profesora María Gómez?
Considero que la historia de nuestro país puede ir cambiando, pero con el apoyo y compromiso de todos.
En primer lugar, necesitamos gente honesta en puestos claves. Gobiernos transparentes preocupados por transformar la educación en Guatemala. No deberían existir escuelas unitarias ni multigrados si queremos calidad educativa.
Necesitamos gobiernos que tengan la iniciativa de contratar a nuevos docentes, y que no sea la Asociación del Magisterio Nacional la que, a través de huelgas y manifestaciones, les traten de recordar lo que tienen que hacer.
Y con urgencia necesitamos que los gobiernos promocionen, enfaticen y creen políticas de Estado en beneficio de la lectoescritura en ambientes bilingües e interculturales en todo el país.
Cuando un gobierno comprenda que debe trabajar fuertemente para que los guatemaltecos puedan tener acceso a la lectura y escritura, sólo entonces será un gobierno que no pasará desapercibido.
Como la maestra María Gómez hay muchos, y quizá otros en peores condiciones. Nos corresponde a nosotros como autoridades educativas y sociedad civil apoyar el proceso educativo de los niños y niñas, con énfasis en que aprendan a leer y escribir. A comprender lo que leen y a crear o hacer producción escrita, para presentarle a Guatemala una sociedad literalizada.
Así, ningún gobierno podrá hacer lo que quiera, sino que tendrá que responder a las necesidades del país.